Generales
29
11
2022
11
2022
En Bodegas Obergo y L´Usuella seguimos celebrando el mes del enoturismo. En el marco de Catando Somontano, la iniciativa enoturística estrella de todos los meses de noviembre en Barbastro, y bajo el paraguas de la Ruta del Vino Somontano, uvas como la sauvignon blanc, la cabernet sauvignon o la garnacha han estado absolutamente presentes en esta localidad oscense durante dos jornadas. Las noches del 17 y 24 de noviembre han protagonizado el maridaje presentado por nuestros vinos para redondear el menú degustación creado por Jorge Zanuy, chef del restaurante L´Usuella. Está prevista una última cena, para mañana 30 de noviembre, para la que aún quedan plazas.
Cenas con encanto
La singularidad de las cenas de Catando Somontano recae en la posibilidad de conocer algunas pinceladas y curiosidades en primera persona que tienen que ver con los menús degustación presentados.
Jorge Zanuy, después de explicar algunos detalles sobre los platos seleccionados, un kukei de salmón, con queso y aguacate, una ostra acebichada, y San Pedro con navajas xin, además de berenjena con kimchee y anguila, y un carpaccio de vaca con queso, piñones y panizo, mostró a los comensales un tupinambo.
“Es un tubérculo de nuestro propio huerto, difícil de encontrar en tiendas, pero de gran sabor”, indicó Zanuy. El tupinambo fue el acompañamiento del ciervo y los boletus del último plato del menú, antes de pasar al postre, torrezno y chocolate.
La sauvignon blanc, una uva minoritaria en Somontano, pero con un particular carácter
Álex Asensio, Responsable de Exportación de Bodegas Obergo, el primer día, y Joaquín Vidal, Gerente de Bodegas Obergo, la segunda jornada, redondearon las explicaciones del chef con matices sobre los vinos que maridaban la cena. Los escogidos para la ocasión fueron Obergo Expression Blanco, Sueños de Obergo, Obergo Antiqua Garnacha y también Obergo Parcelario.
“Nuestros viñedos están en la parte más alta de la D.O.P. Somontano, a más de 650 metros de altitud. Por eso la uva adquiere un carácter singular y se impregna de un “terroir” privilegiado, con un clima y un suelo realmente adecuados para la producción de la vid. Por otra parte, las dos concas fluviales de nuestro valle, la del Cinca y la del Ésera, han preservado la sauvignon blanc o la garnacha como variedades inmutables en nuestro territorio”, argumentó Joaquín Vidal.
Cenas con encanto
La singularidad de las cenas de Catando Somontano recae en la posibilidad de conocer algunas pinceladas y curiosidades en primera persona que tienen que ver con los menús degustación presentados.
Jorge Zanuy, después de explicar algunos detalles sobre los platos seleccionados, un kukei de salmón, con queso y aguacate, una ostra acebichada, y San Pedro con navajas xin, además de berenjena con kimchee y anguila, y un carpaccio de vaca con queso, piñones y panizo, mostró a los comensales un tupinambo.
“Es un tubérculo de nuestro propio huerto, difícil de encontrar en tiendas, pero de gran sabor”, indicó Zanuy. El tupinambo fue el acompañamiento del ciervo y los boletus del último plato del menú, antes de pasar al postre, torrezno y chocolate.
La sauvignon blanc, una uva minoritaria en Somontano, pero con un particular carácter
Álex Asensio, Responsable de Exportación de Bodegas Obergo, el primer día, y Joaquín Vidal, Gerente de Bodegas Obergo, la segunda jornada, redondearon las explicaciones del chef con matices sobre los vinos que maridaban la cena. Los escogidos para la ocasión fueron Obergo Expression Blanco, Sueños de Obergo, Obergo Antiqua Garnacha y también Obergo Parcelario.
“Nuestros viñedos están en la parte más alta de la D.O.P. Somontano, a más de 650 metros de altitud. Por eso la uva adquiere un carácter singular y se impregna de un “terroir” privilegiado, con un clima y un suelo realmente adecuados para la producción de la vid. Por otra parte, las dos concas fluviales de nuestro valle, la del Cinca y la del Ésera, han preservado la sauvignon blanc o la garnacha como variedades inmutables en nuestro territorio”, argumentó Joaquín Vidal.